lunes, 21 de septiembre de 2009

LEY DE MEDIOS AUDIOVISUALES



Hasta el día de hoy tenemos una ley de la dictadura, firmada por Videla y Martínez de Hoz, basada en la doctrina de la seguridad nacional que consideraba al ciudadano como enemigo interno, sospechoso frente al Estado. Por eso, la ley de la dictadura no consideraba a la comunicación como un derecho, sino como una cuestión de seguridad. De esta concepción se desprende que se prohibía a las cooperativas, ONG, universidades y demás asociaciones sin fines de lucro ser titulares de licencias de radio o televisión. Para esa mirada represiva, estos sectores eran los más peligrosos y a los que había que controlar. Tuvieron que pasar 25 años para que algunos de ellos fueran sujetos de derecho.


Esta ley aún vigente fue modificada por decretos de necesidad y urgencia a la medida de los sucesivos grupos empresariales que se beneficiaron con la concentración económica e informativa y cuyo cambio fue impedido sistemáticamente por esos mismos grupos, con la complicidad o la impotencia del sistema político.


La modificación es necesaria, se pueden criticar las formas, pero no la intención. Hace años que los periodista independientes, los estudiantes y hasta las universidades piden una modificación. No solo porque sería un gran paso para la democracia sino porque también se generaría más trabajo para muchos profesionales de la comunicación excluidos por el sistema actual.


Los grandes monopolios se oponen a una ley de democracia. Hablan de ataque a la libertad de prensa; cuando son ellos los que están defendiendo una ley de DICTADURA. Bombardean la pantalla con basura y desinformación. Ellos que le bancaron la parada al campo y a la derecha en las última elecciones. Los mismos que mostraban muertos por la inseguridad cada cinco minutos y ahora hace semanas no emiten ni una sola nota al respecto. Los mismos que siempre muestran una sola arista de la información, o más bien la que les conviene. Los mismos que atentan contra el principio básico del periodismo " OBJETIVIDAD".


La libertad de prensa y de información son derechos de todos, no son mercancía de empresas periodistas y de entretenimiento. Una y otra vez busquemos alternativas de comuncación. Opinemos con cautela, no repitamos sin sentido lo que a otros les conviene que pensemos.
Entre una ley de dictadura y una de democracia no hay mucho que pensar; por lo menos para los que creemos en la libertad por sobre todas las cosas.