lunes, 31 de octubre de 2011

AEROSMITH





Viernes 28 de Octubre

ROCK THIS WAY

A cuatro años de su última visita a Argentina, después de un intento fallido de regreso en 2010, Aerosmith llegó con su nueva gira a Bs As para rockear sin límites en El Estadio Único de La Plata frente a 45.000 personas.

Aerosmith, una de las bandas más legendarias de EEUU formada en 1970 en Boston, Massachusettes, con fuertes raíces en el blues y quienes terminaron de darle forma al ya clásico sonido hard rock de los años 80” hizo su debut discográfico en 1972 con la formación que los mantendría unidos por más de cuarenta años.

Una extensa carrera, cargada de éxitos y excesos que incluyeron salidas y regresos de los miembros originales rivalidades y hasta un parate después de la edición de uno de los mejores discos de la banda Pump (1989) El retorno esperado llegó con un álbum increíble, GET A GRIP, que los llevó de nuevo a la cima de todos los ranking , disco que tuvo una sucesión de videos que terminaron de coronar clásicos inoxidables, y por supuesto una gira extensa que los trajo por primera vez a Argentina en el año 1994 junto a Robert Plant.

El estadio Vélez Sarsfield fue el lugar elegido para el primer concierto de la banda que quedó hipnotizada con el público argento y decidió volver para cerrar aquella gira inolvidable. El 2007 los vio regresar esa vez en el Estadio River Plate en el marco del Quilmes Rock junto a Evanescence y Velvet Revolver (la banda de Slash) en un show compacto pero efectivo. En 2010 los rumores de una nueva visita perecieron hasta que por fin se confirmara la llegada de Tyler y los suyos para 2011.

La sita se dio en el Estadio Único de La Plata, el nuevo escenario del rock, sin excusas de presentación de nuevo disco, la banda de Boston llegó a tierras argentas en el marco de una gira para el reencuentro con el público latinoamericano.

Viernes, el clásico embotellamiento en la autopista Buenos Aires la Plata tomó aún más consistencia después de las cinco de la tarde. Una brisa apenas fresca y el cielo renegrido predecían lluvias nocturnas. En fila india con prisa y sin pausa ciento de autos en caravana rumbearon la cuidad de las diagonales a la hora que las bandas soportes (Vetamdre - Coverheads) hacían el aguante sobre el escenario frente al público más ansioso.

Como un monstruo de metal análogo a los de La Guerra de Los Mundo la estructura del techo del estadio platense captaba el primer golpe de vista de las casi 45000 personas que destilaron rock durante poco más que una hora y media. Un público que pareció anestesiado y que demostró en cuotas escasas aquel fuego rockero que nos caracteriza como el público más caliente y carismático de todos. El cambio de encendedores por celulares y cámara de última generación en momentos emotivos, los campos y corralitos Vip y los precios exorbitantes en los ticket de conciertos de rock están haciendo perder el mito – rito del OLE OLE OLE secundado por agite de remeras que nos hizo famosos en el mundo entero.

A las 10: 10 de la noche el típico apagón de luces marcó el comienzo del show. Un tema de fondo para ajustar sonido, el delirio expectante de la gente, corazones agitados, la adrenalina que entusiasmaba y el primer riff de Draw The Line (tema que dio nombre al quinto álbum de la banda editado en 1977) dieron rienda suelta a un concierto exquisito. Tayler, Perry, Hamilton, Kramer y Whitford dieron cátedra de rock y demostraron una vez más de que se trata la maquinaria Aerosmith.

Steven Tyler, carismático, hiperquinetico , frotman indiscutido , enfunado en pañuelos, tapado blanco, galera y enormes lentes negros fue estimulando delirio a medida que se sacaba la ropa , aullaba con furia manifestando un estado impecable a pesar del renegrido ojo izquierdo como resultado del conocido accidente sufrido en Paraguay.

La lista de temas exploto en clásicos como Mama King, Janie's Got a Gun, Same Old Song And Dance, Amazing y el espectacular What It’s Takes mientras que enormes gotas de agua caían con furia sobre las pieles estáticas, como presagio de la llega de Crying al mismo tiempo que un Tayler emocionado pero más activo que nunca abrazado a una bandera argentina atribuyera la lluvia al llanto divino de Dios. Un aguacero poderoso que sirvió para por fin despabilar por momentos a un público más expectante que participativo.

Después llegaron otros clásicos de viejas épocas, un Dream On que emocionó hasta los huesos, Sweet Emotion, Walk This Way y así de coronar una noche a puro Rock & Roll de la mano de una banda legendaria con músicos que destilaron talento dejando en claro que son mucho más que una banda clásica.

Otra vez las luces para marcar la retirada después del saludo final. La lluvia se detuvo de golpe, de espaldas al escenario todos buscaban la salida, escurrir el agua de las cabezas, saltar charcos por doquier, volver al auto, la combi, el micro escolar. Otra vez la autopista, la caravana y la sensación infinita de haber sido una vez más parte de la historia del rock


Evangelina Colombo

www.tiempoderock.com.ar

Fotos: Cortesía Analía Palma

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